Saturday, December 31, 2011

Distinto año nuevo a todos






No sé por qué les sigo gritando.

Porque cada vez que los ves felices recuerdas lo tristes que se van a poner, y eso te rompe el corazón. Porque ¿qué sentido tiene que sean felices ahora si van a estar tristes luego?

La respuesta es, por supuesto, porque van a estar tristes luego.

Wednesday, December 14, 2011

Malnacido


He vuelto y estoy cabreado. Cabreado a ciegas y en silencio pero esa es la realidad y así la grito. Rasgueo mi guitarra pero no suena. Me han cortado las piernas y estoy corriendo llorando. Estoy inspirado y me atraganto en la madera.

Empiezan a faltarme medicinas y las que tengo empiezan a fallarme. Que putada acostarme pensando en ti, malnacido acosador. Que no quieres romance en mi corazón más que el que a ti te resulta atractivo para cerrar el telón. Que te jodan cabrón, que me estás arrastrando hacia atrás con promesas de un futuro de ilusión falsa y manchas de alquitrán. Estoy harto de tus palabras y tus imágenes grabadas en mi cerebro con acero. Eres sucio y no sé que quieres de mí, qué más quieres sacar si te lo he dado todo sin que me lo pidieras porque lo arrebatas mientras duermo y cuando despierto te has ido a dormir tú y me esperas a la noche cuando las sábanas se cierran y encuentras el momento para atacar y exprimir mi memoria de lamentos y estupideces del pasado para recordarme quién fui y quién pude ser pero no me dejas saber quién soy porque quien soy es demasiado molesto de recordar por eso recuerdo que quien fui no es quien quiero ser pero quien soy es lo que quise elegir. El futuro es mentira. Me lo muestras como verdad. Pero no sabes nada de quién soy. No lo puedes saber porque no me dejas saberlo. Eres basura. Que te jodan cabrón. Sal de una vez y no vuelvas. Y no me mires así, con tu cara vacía y esa sonrisa de diablo que sabe que volverá y no lo podré impedir. Eres una maldición. Malnacido acosador. Estúpido vecino, veneno en mis oídos. Maldito corazón. Eres el alma lamentable de un estúpido escritor. El músico frustrado que no llegó a estudiar. El mono de feria que nadie quería mirar. Borracho de alcohol en frasco de cristal cortante de mal andar. Compañera que se vende, miradme bailar. Olvido de todo y nada más.

Es de noche y no lo puedo evitar. Volverás a joderme una noche más. Esto es así. Una y otra vez. ¿Cuándo acabará? Solo yo puedo hacerlo. Solo yo lo puedo terminar. Y eso no pasará. Nunca. Mientras duerma contigo. Me aconsejes con lamentos. Memorias y fluidos. Estoy aquí atrapado contigo. ¿Y ahora qué? A seguir cantando con ronquidos y voces rotas. Olvidándolo todo. Dándolo en nada. Eso es lo que es. Nada. Todo. ¿Quizás? Tal vez. Pero no lo sé. No lo puedo saber. No me dejas saberlo. Déjame saber. Quiero conocer. Pero no puedo olvidarlo. No puedo olvidar quién soy. Pero no puedo saberlo. No puedo saberlo todo.












Al final aparecerá una canción y lo cambiará todo.







¿Pero luego qué?





¿Luego qué?








Adiós.

Friday, November 25, 2011

Entre tanto grita y cruza


Me siento en una nube que camina a la deriva de las aceras encrestadas sin sentido ni mensajes. El momento del frío pasa desapercibido a la espera de las respuestas que nunca llegan o no tienen preguntas a las que responder. Le pido al mundo un abrazo y no siento que llegue. El camino da vueltas y vueltas y se rompe en palabras de roces. El silencio se desintegra en fuertes tormentas. Sinfonía de absolutismo. Absurdo.

Resumiendo desencadenamientos que se estropean con las miradas oportunas misurizadas en lamentos de loporsorio.

Grita y grita y grita y grita.

la guitarra acústica compone sus acordes de serpiente. By now.

La estrategia es sencilla y compleja de entrevesar pero a nadie le importa porque no queda nadie a quien contar como escondes la cerilla en el cajón mientras transportas sentimientos pasados en la caja de zapatos estropeada de la lluvia donde te quise besar. Quizás no sea el momento de romper a llorar pero la risa es tan estúpida que le deseo lo mejor con un abrazo y la mando a pasear.
Quizás sea el momento de sostener la segadora en las manos y repetir conmigo mismo las palabras que necesito y nunca escucharé. La verdad es sorpresa de malditos y a nadie le importa como lo digo porque a qué mentira escucho entonces si en la montaña el eco me dice que gritar es para oportunos que no oyen la mierda.

Entre tanto lo poco que sé se esconderá en mi cabeza. A nada de decirlo. A todo de escuchar. Pon. Piano.

Sunday, October 16, 2011

A golpe de piel


J.D dijo en la serie Scrubs "el momento en el que te acuestas es en el que puedes olvidarte de todos tus problemas y del mundo y poder dormir". Lamento decir que me pasa más bien al contrario, ya que es ese el momento donde todos mis problemas se me juntan en la cabeza. Es el momento en que todo lo que he arrastrado a lo largo del día se suelta de golpe.

¿Cuándo es el momento de olvidarte del mundo y de los problemas de tu día a día? Bueno, aunque lo justo es decir en mi caso con mis amigos, necesito concretar un punto antes de eso: Londres.
Un poco extraño quizás, ya que solo estuve unos pocos días visitando a Marta durante su erasmus. Entonces, ¿por qué Londres? Por lo mismo que tantas cosas en mi vida: por la sensación que me llena el cuerpo cuando lo recuerdo. No es nada concreto; no es un día en especial ni una salida en especial. Es el olor y los colores que recuerdo. La música que sonaba en mi cabeza. El humo del tabaco.
Cada vez que escucho Wild World, concretamente la versión de Skins, o sencillamente la música de intro de la primera temporada, pienso en Londres, en el cielo gris y en un mundo que no te persigue. Un sentimiento de desconectar donde puedes permitirte mirarte a ti mismo a través de los ojos de las calles y sus gentes. Donde no necesitas pensar en ti mismo.

Los amigos sirven para muchas cosas, para lo bueno y para lo malo. Pero tienen una función muy importante que rara vez se aprecia como es debido: Abren puertas. Contemplas el mundo desde fuera, como si te diesen permiso para descansar de ti mismo y poder observar la vida desde el asiento de tu casa tranquilo mientras todo se va desarrollando con naturalidad, con momentos agradables y desagradables, aburridos y divertidos.
Y cuando te has liberado de todos esos sentimientos de meditación interna y reflexión eres libre de dejar a tu mente vagar por las nuevas visiones que tus amigos te ofrecen a través de una charla sin importancia acompañada de una cerveza y un cigarro. Te ríes y desconectas. Discutes y debates. Fluye el tiempo y dejas que la vida tome un descanso mientras recargas energía porque no tienes que gastar tu tiempo en preocuparte en nada más salvo en terminarte esa cerveza.

Y así poco a poco la vida va componiendo sus canciones a través de esos pequeños momentos de paz. Donde no hay necesidad de nada salvo de aceptar quién eres en el momento que comprendes con quién estás.

Sunday, August 21, 2011

Vuelve el viento


Vuelve el viento soplando en la noche. El atardecer aplaza los momentos y detiene el tiempo. Contemplas el sonido del silencio y disfrutas del frío. El momento de reír pasa por delante tuya sin que puedas percibirlo y no haces honores a los nombres de los difuntos. El paso del tiempo se tensa en un hilo de menciones a literatura y música. El color gris se muestra hermoso y pensativo, acariciando la mejilla y la barbilla con suavidad. El calor ausente y la caricia de la brisa. Sientes las pretensiones escudarse mientras desaparecen en el olvido de la indiferencia y la ignorancia curtiéndose en ciudades de lamentos que no tienen ningún sentido. Los dedos teclean sin saber que van a escribir a continuación pero sabes que necesito decir que necesito sentir que siento que necesito sentir la necesidad de estar sintiendo esta dulce sensación. La verdad solo es una palabra. El sentimiento de descubrirla es mucho mayor. Pero no se necesita saber la verdad sino intentar descubrirla y luchar por comprenderla. Entonces vislumbras como muchas pequeñas verdades van bailando a tu alrededor tratando de despertarte de un sueño eterno que te ruega que leas entre sus líneas para que descubras otra verdad mayor. Pero mientras tanto el tiempo sigue pasando y la vida continúa con sus lindas distancias entre momentos de pasión y alivio. La mentira se torna oscura y la luz responde a tus llamadas. Es el momento de descubrir que necesitas en este instante y olvidarte de lo que querías anoche porque el ayer pasó y el mañana no llegó y las cosas te golpean sin que puedas siquiera percibir el roce de un logro mal conseguido.
En ese momento te darás cuenta de que sin necesitar entenderlo podrás comprender que no tienes control sobre tu vida como creías y que tal vez, solo tal vez no sea tan importante porque aún te queda la voluntad de seguir adelante despertándote cada día sabiendo que descubrirás una nueva melodía en tu cabeza que armonizará perfectamente con los vientos del norte y del sur haciendo la vida un poco más fácil, quizás. Solo quizás.
Pero mientras tanto, el frío y gris seguirán alzándose. Triste y feliz.
Dispuesto a desearlo todo. Olvidándote de lo demás. Sin saber lo que quieres. Pero ansiando todo lo demás. Porque todo lo demás, al final, no importa. Solo importa saber que no sabes que necesitas pero sabes que necesitas saber lo importante.


Y al final sonará una canción. Y podrás dormir tranquilo esa noche.

Y mañana ya veremos.

Sunday, July 31, 2011

KQ


Ahora que por fin voy a formar un grupo estoy muerto de miedo. Me planteaba si estarían a la altura de mis expectativas, si darían la talla. Pero luego me doy cuenta de que no soy nadie para exigir nada porque por encima de todo dudo que sea yo el que de la talla. Me gustaría un buen batería, un buen bajista y un buen guitarrista, pero empiezo a dudar que yo vaya a ser un buen cantante para ellos. Ni para ellos ni para el público. Que vaya a componer buenas canciones.

Ahora que me las tomo en serio, tengo mucho miedo de que me vaya a quedar grande.

Sí, una vez dije "No soy bueno, no tengo un gran talento, pero de lo poco que tengo quiero que salga algo". ¿Y si no sale nada? ¿Y si no tengo nada que ofrecer?

Supongo que mi principal miedo, el que tengo ahora mismo es, ¿con qué cara me quedo si escojo a unos músicos para que toquemos juntos y una vez en el grupo no les gusta cómo lo hago yo? ¿Qué hago entonces?

Supongo que es cuestión de escuchar la canción adecuada en el día apropiado.

Tuesday, July 19, 2011

Sonisphere 2011




Una extraña experiencia, pero grande. Grande en todos los sentidos de la palabra. Y quizás una de las cosas que la han hecho tan grande es que no era consciente de ello mientras duraba. Mientras estaba ahí había momentos en los que solo pensaba lo mucho que me dolían los pies, las rodillas, la espalda, o lo imposible que era encontrarnos entre nosotros.

VIERNES

Sin embargo el primer día llegó. Tras una cola kilométrica bajo el sol de las 3 de la tarde, entramos en el recinto, con el primer concierto ya empezado:

Bullet: Buena forma de empezar. Cañeros, fuertes, pero no demasiado espectaculares. Aunque puedo entender que para mucha gente fuera "¡Genial, empezamos dando caña a tope!" para mí fue más un "¡Genial, empezamos con relativa calma para no reventarme desde el minuto uno y aguantar toda la tarde y noche". Un grupo bueno pero no demasiado pretencioso.

Angelus Apatrida: Esta fue la primera vez que perdimos a Ferrete de vista, el cuál dijo "Yo a estos los veo en primera fila". No sé si los vio en primera primera, ya que avanzar por la zona central del público era una prueba espartana, pero desde luego pudo verlos mejor que nosotros. Yo intenté entrar en cierto momento en un círculo ska o círculo de pogo, no sé cuál es el nombre auténtico, pero salí a los pocos segundos con los pies destrozados (debí ser el único gilipollas de 70.000 que éramos que fue al concierto con cangrejeras). De modo que aunque este grupo estuvo muy bien, me concentré más en olvidarme del dolor y disfrutarlos en la distancia.

Valient Thorr: Junto con Guns N' Roses, este es el tipo de grupo que sonaría de fondo en una pelea de bar de la Route 66. El cantante tenía una pinta de texano endogámico que no podía con ella, pero buena presencia y mucha fuerza. Pero lo que ocurre cuando escuchas un grupo del que no has escuchado nada: está bien, pero no me terminan de llegar. Aunque más tarde descubriría que no tiene por qué ser siempre así.

Gojira: Para este nos acercamos especialmente. Ferrete y yo tuvimos que atravesar círculos de ska para poder llegar más cerca al escenario, pero desde luego mereció la pena. De vez en cuando él desaparecía para meterse en uno y volver con los brazos o la espalda llena de arañazos. Cicatrices de guerra de la que sentirse orgulloso.

Sôber: Puaf... coñazo. Lo siento mucho por los cientos de miles de fans de Sôber que leen este blog, pero a mí me cortaron todo el punto. Estábamos deseando que acabasen de una puñetera vez, tirados en una acera diciendo "Ey, han dicho '¡Muchas gracias Madrid!', eso es que se van ya, ¡¿no?!" para descubrir decepcionados como aún les quedaban muuuuchas canciones. Como dijo el gran Igor (colega del que hace años que no sé nada): "Yo solo iría a un concierto de Sôber para gritar '¡calvos de mierda!' ". En fin, no quiero ser cruel, porque la verdad es que desde la distancia se podía escuchar como el grupo se entregaba en animar al público y eso es admirable. Pero es un gusto personal, no me convencen nada. Aunque les doy el mérito de que uno de mis momentos de calrividencia los tuve con ellos de fondo.

Arch Enemy: ¡Aquí es donde nos ponemos serios! Este era un grupo que tenía especial ganas de ver. Y se hicieron esperar. Pero madre mía, mereció la pena. Hay que decir que la mayoría... o todos los grupos que habían tocado hasta ahora pecaban de repetitivos. Es decir, todas las canciones eran "¡UAAAAAARGH!" muy graves y dobles bombos en la batería y guitarras haciendo "tucutucutucutucutucutucu" sin parar. Pero Arch Enemy no. Estos sabían sorprenderte, sabían jugar contigo durante las canciones. Empezaban con un grito de esos que hacen ascender al Maligno para luego suavizar las guitarras y la batería sin que te de tiempo a prepararte, y de golpe vuelve el estruendo y te eleva la adrenalina. Una auténtica pasada, si tuviese que resumirlo. Tengo que escuchar más canciones de este recién descubierto grupo.

Slash: Una gran expectación al ver a uno de los mejores guitarristas del mundo, o al menos para mucha gente. Creo que de Slash destacaría lo siguiente: Los momentos en los que tocó Guns N' Roses, especialmente cuando tocaron mi favorita, Civil War. Y por qué no decirlo, los clásicos Sweet Child O' Mine y Paradise City. También destacaría el hecho de saber, de ser consciente, que estás viendo en persona al puto Slash. A veces lo más espectacular de un concierto no es el concierto en sí, sino el decir para tus adentros "Dios, no puedo creer que le esté viendo de verdad". Por lo demás, las partes en las que tocaron las canciones propias (y sí, una de Velvet y otra de Snakepit, pero como si nada)... pasables para mi gusto; cantante que no dice mucho y solos típicos de Slash.

The Darkness: Bueno señores, este momento merece una mención muy especial. De este grupo solo había escuchado un par de canciones, las más famosas. Y sí, me gustaban pero... eran las 2 y media de la noche, estaba destrozado. ¿Merecería la pena quedarse a verlos? Realmente me había planteado largarme. Pero dije "nah, qué carajo. Vamos a ver qué tal lo hacen en directo, al menos hasta que toquen 'Love is only a feeling' y ya me marcho a dormir". Nadie me preparó para lo que iba a ver. Apareció el cantante que no reconocí ni de coña con ese bigote y con el pelo cortado y ya desde el primer momento se le notó algo diferente. Era como si cada parte de su cuerpo y cara dijesen a plena voz "Aquí estoy". Y menos mal que la mayoría de la gente se había ido por el cansancio, porque pude verles desde bastante cerca. Y entonces empezaron a tocar.
No sé muy bien cómo describir con palabras la sensación, pero fue algo nuevo. No sé si fue el cansancio, el que me había hecho efecto de golpe todo lo que me había metido a lo largo del día o si fue una mezcla de todo, o sencillamente es que los cabrones tienen un directo espectacular. Pero entré en un auténtico trance. Mi cuerpo dejó de reaccionar, no podía moverme, ni siquiera para saltar, gritar o levantar el puño. Solo observaba con la mandíbula desencajada y los ojos abiertos como platos. Observaba al cantante moverse, cantar, gritar y tocar. Era hipnotizante. Canciones que ahora escucho en el ordenador y digo "sí, están bien" cuando las tocaban en directo tenían un matiz muy diferente. Mientras les observaba, pude sentir como el público desparecía (excepto los pocos que estaban en mi radio de visión), al igual que el recinto del festival. Sentía que el suelo que pisaba era una pequeña plataforma flotante que levitaba sobre las estrellas sosteniendo el escenario, y ellos manejaban todo a través de su música. Sentía como mi cuerpo estaba en esa plataforma flotante, pero todo el resto de mi ser se transportaba al escenario, sintiendo cada nota musical. Destaco la manera que tenían de hacer participar al público, el carismo del cantante y de canciones especialmente "One Way Ticket", "Get Your Hands Off My Woman", "Growing On Me" (la tocaron de las primeras, así que el subidón fue espectacular) y "Love Is Only A Feeling" en la cual durante el primer estribillo dos cañones a los laterales del escenario empezaron a disparar confetis sin parar que no dejaron de salir y caer durante el resto de la canción, lo cuál solo lo hizo más hipnótico y mágico.
La experiencia que me dio este grupo no me la dio ningún otro durante el resto del festival. No estoy diciendo que fueran los mejores (no lo fueron) pero si fueron únicos, en todo el sentido de la palabra.


SÁBADO

Sintiéndolo mucho, estaba demasiado destrozado esa mañana, y mi cuerpo no podía asimilar ir a las 3 a coger sitio para Hamerfall y Mastodon, los dos primeros grupos. Ferrete y Oriol pretendían ir temprano a ponerse cerca y tener el sitio cogido para Iron Maiden, pero ya me advirtió Ana que ni de coña aguantaría las 6 horas que hubieran sido necesarias, bajo el sol abrasador y aguantando a un público activo. Al final los cojones, nadie se quedó en el sitio, dimos mil vueltas y cada uno se las apañó como pudo para coger un buen lugar, pero esa historia es para más adelante. Al final Ferrete y Oriol fueron desde primerísima hora, Prieto y Rafa más adelante y yo fui con Ana y David más tarde para, una vez más, ver el grupo que quería ver empezado.

Apocalyptica: No conocía muchas canciones de ellos, pero es un verdadero gustazo verlos tocar en directo, como dioses nórdicos de la música. Las canciones con cantante estaban bien, sí, pero las cosas como son; tú vas a Apocalyptica a escuchar cellos, no voces. Aunque no me habría importado que hubiesen tocado Path con su cantante, eso lo eché de menos.

Dream Theater: Aquí me quedé solo tratando de buscar a la gente (Prieto y Rafa por un lado, Ana y David por otro, Ferrete por otro y Oriol por otro el cuál despareció desde el primer concierto). Este grupo fue exactamente como me temía que fuese; solos interminables, canciones interminables, y un cantante que apenas intervenía. De hecho, las únicas partes que me gustaban eran las vocales como el maravilloso estribillo de "Fatal Tragedy". Por lo demás, infumable. Pero había que aguantar el tirón si querías conservar tu sitio para los que venían a continuación... Cuando acabó el concierto logré localizar a David y Ana, pues me negaba a ver al siguiente grupo solo. Logré llegar hasta ellos bajo las miradas asesinas de muchas personas y estoy casi seguro que más de intención de partirme la cara. Pero me da igual, la verdad es que esta gente tenía muy buena posición y se veía de miedo. Y así comenzó el siguiente grupo.

Iron Maiden: Es difícil encontrar una manera apropiada de hablar de este grupo. La experiencia en general fue... única. No me lo podía creer. Iba a ver a los Maiden. Y había pasado por mucho para poder verlos. Pero ahí estaba. ¿Cómo explicar lo que fue verlos salir? El único ejemplo que se me ocurre es "imagínate lo que sentirías si vieses salir a los Maiden en directo" y entonces podrás imaginarte lo que es ver salir a los Maiden en directo. Desde el primer instante lo dieron todo. Llegaron con sus instrumentos y escenografías y transformaron aquel escenario en su territorio. El escenario era suyo, y por extensión lo era todo el público. El carisma de Bruce Dickinson era arrollador, un cabrón que no podía estarse quieto ni un momento en el escenario. Hay que decir que tiene unos 52 años muy bien cumplidos. Aunque a mucha gente le parezca una blasfemia, lo admito, no me sé la mayoría de las canciones de este grupo, por lo que no pude cantar a coro con vosotros y estoy 100% seguro que no lo viví tanto como lo vivieron otras personas. Pero joder, tened seguro que lo viví a mi manera, a una manera que ninguno de vosotros podrá emular. Puede que uno de los momentos más satisfactorios fue cuando me preguntó Ana al principio cuál era mi favorita y dije que "The Wicker Man" era de mis favoritas y dijo que nah, que seguramente no la toquen, solo para escuchar los primeros acordes unos cuantos temas más adelante y poder decir lleno de alegría "¿Cuál decías que no tocaban?". Y como le dije a ella, aunque cualquier fan puritano de los Maiden me tachará de típico, "Fear of the Dark" y "The Trooper" fueron especialmente grandiosas para mí. ¿Por qué? Porque ambas las he versionado con mis antiguos grupos y la carga sentimental que eso tiene es abrumadora. Cuando les escuché tocarlas fue pensar que joder, que yo había tocado esas canciones para homenajearles, y ahora ellos las estaban tocando para mí. Es... la hostia.
Además, fue durante este concierto que tuve mi segundo momento de clarividencia del festival, y donde probé la mejor cerveza del mundo. Era una marca conocida de toda la puta vida, pero cuando estás en el estado que yo estaba, con el cansancio que yo tenía, con la sed que tenía, y con la falta de dinero que tenía (Oriol el Desaparecido tenía mi cartera) en el momento que vi que los colegas malagueños de Ana y David me acercaban una maceta estuve a punto de llorar de felicidad. Aquel trago se deslizó por mi garganta como si fuese oro, o la sangre de un ángel, o yo que sé... Sólo sé que fue el mejor trago de cerveza que he tenido en toda mi vida.
Y, con el mejor trago de cerveza que he tenido en toda mi vida, vi a Iron Maiden.

Twisted Sisters: Después de semejante experiencia nos encontramos a Ferrete y fuimos a buscar bebida y comida (en ese orden). Una vez más nos perdimos de vista y acabamos solamente Ana y yo para ver a los Twisted Sisters. Este es otro grupo del que sólo había escuchado un par de canciones, y al igual que pasó con The Darkness, me sorprendieron. No podía ni imaginarme que el cantante fuese tan jodidamente carismático hasta el punto que, en la grandísima distancia que nos separaba del escenario, me llegase cada vibración que cada miembro de este grupo transmitía. Fuerza, presencia, elegancia, desvergüenza y puro y electrizante rock. Y un micro rosa, no lo olvidemos. Eso sí que se veía bien en la distancia.

Huevos con aceite, huevos con aceite, huevos con aceite y jamón...

¡I WANNA FUCK! ¡FUCK!

Uriah Heep: Para cuando empezó este grupo nos habíamos vuelto a separar y volvía a encontrarme solo. Al principio pensé incluso en marcharme. Pero no, aguantaría hasta la última canción del festival. De este grupo no hay mucho que decir, al menos por mi parte. Sonaban bien, eran buenos, pero no me terminaban de decir nada.

Lacuna Coil: Este grupo hay que decir lo siguiente. Suenan mucho mejor de lo que esperaba y hacen algo que me encanta, que es interactuar mucho con el público y hacerle participar. Una lástima que fuesen casi las 3 de la noche y la gente estuviese agotada y destrozada (los pocos que quedaban que no se habían marchado después de Iron Maiden). Pero no sé, tenían un algo. Un toque que les hacía cogerles cariño, como si fuesen tus colegas de toda la vida y estuviesen cantando para ti, no para dar espectáculo ni para quedar guays, sino porque querían que disfrutases de su música. No sé si darán esa impresión escuchando su disco, pero sin duda era lo que me transmitían en directo.

Y con la última canción de Lacuna Coil, terminó el festival y me volví a mi tienda a dormir.

Sin duda alguna, mereció la pena.


TOP 3

Iron Maiden - The Darkness - Twisted Sisters

Ninguno por encima de otro (bueno, quizás Iron Maiden los primeros), porque cada uno de ellos fue especial de una manera completamente diferente entre ellos.

Mención especial

Arch Enemy - Apocalyptica - Lacuna Coil

No están en el top 3, pero están inmediatamente debajo. Estos son los tres grupos que, después de los anteriores, son los que más he disfrutado.

Y me despido con el momento culmen del festival:







Wednesday, July 06, 2011

Calor





Mientras que el frescor del otoño me revitaliza y me anima a enfrentarme al mundo, preparándome para todo, el verano hace todo lo contrario. Al menos este verano.

Es un calor asfixiante y aplastante, me lo arrebata todo. Es una mierda absoluta y total pero es así. La apatía que siento ahora mismo es agobiante, como todo se convierte en una sombra poco a poco, como si no tuviese sentido mirar más allá. Sé que me estoy poniendo melodramático y estas palabras no son propias de mí, pero necesito decir de alguna manera la forma en la que todo me da igual en este momento. Y no, no es un me da igual chulesco y pasota, es un me da igual resignado y agotado, de una manera en la que todo transcurre mucho más lento mientras ves la vida pasar sin que ocurra absolutamente nada. Las perspectivas de futuro son huecas, absurdas y estúpidas. La fantasía es la única salida falsa que no lleva a ninguna parte, soñando con una vida mejor que no existe. Donde toda la suerte que tengo me la he labrado de tal forma que no me aporte nada. Lo peor es afrontar esa realidad, como lo malo que me ocurre no es fruto de un dios castigador ni de un destino cabrón, sino de mis acciones desinteresadas de mí mismo que no me han llevado a donde siempre soñaba, sino a donde estaba dispuesto a ir en el momento y siempre resultaba ser nada. Una mierda, al fin y al cabo.
No todo es tan malo como parece, pero el problema no es lo malo o lo bueno de la situación, sino el cero de importancia que le doy a todo lo demás. Dejo pasar los días como un zombi sin esperar nada y sin conseguir nada.
Me agota pensar en el mañana. Me agota pensar en el ahora. Me agota este calor horrible y sureño.

Sobre todo me agota pensar que cada vez soy más consciente de que no soy tan bueno como creía. Nunca me consideré un genio de la música, pero creí que podía defenderme. Pero cada vez me da más asco escucharme cantar y tocar. La idea de descubrir que mi sueño lo tiene que realizar una persona como yo es un insulto al sueño en sí.

¿Por qué no puedo tener la voz prodigiosa, el talento y la pasta para material musical que tiene este tío?







¿Y ahora qué?

Monday, June 06, 2011

Quiero hablar de un héroe. Un héroe que nadie conoce. Nadie sabe quién es, cuál es su nombre o cómo es su cara. Pero está ahí. Por nosotros. Por nadie. Sólo está ahí. Nadie le escucha, nadie le nombra, nadie le recuerda. Pero está ahí. Llora y sufre por nosotros. Y por nadie. Necesita tu ayuda, pero él está ahí. Nadie le conoce, pero él está ahí. No recuerda su pasado, no sabe nada del futuro, pero él está ahí. Estará ahí cuando lo necesites, pero nunca lo sabrás. Jamás le dirás las gracias. Jamás sabrás por qué lo hizo. Jamás sabrás lo que hizo. Pero él estará ahí. Le odiarás, le despreciarás y olvidarás todo. Pero él está ahí. Necesita que le ayuden, que le abracen, que le mimen, que le besen, que le recuerden. Necesita que le digan que le quieren, que le recuerden en sus peores momentos y digan lo mucho que le necesitan. Pero solo hay silencio. Nadie dirá nada. Nadie dirá nada. Solamente quedará el silencio. Le necesitarás en tus peores momentos. Y él estará ahí. Le desearás, le recordarás, le ansiarás, lo desearás, le idolatrarás y mañana lo habrás olvidado. Pero él seguirá ahí. Mentirás, suciamente, diciendo que él no existe, que es una ilusión, que te ha traicionado, que no le necesitas, que te odia, que te desprecia, que te mantiene al margen y te da de lado, que nunca estará allí, que nunca sabrás nada de él porque él no quiere que sepas nada de él. Pero estará ahí. Hasta el último segundo de vida, porque estará hasta tu último aliento, porque él será tu última palabra, tu último suspiro, porque te pasará al otro lado y estarás contemplándolo en todo momento sin saber qué decir. Pero él estará ahí. Y cada delicado segundo de tu delicada vida él estará ahí, diciendo las palabras adecuadas dispuestas a ser ignoradas. Porque no te quedará más remedio. Porque para eso has nacido. Ese es el héroe. Que siempre será ignorado, olvidado y despreciado. Porque nadie jamás sabrá su nombre. Porque morirás y él estará ahí. Y él lo sabrá. Y él lo sabrá. Y él lo sabrá. Pero tú no. Lo sabrás porque no podrás recordarlo. Él estará ahí.

Ahora mírate al espejo. Le has traicionado.

Monday, May 23, 2011

Sin parar la locura


Llevo tiempo observándote desde lejos. Como aquella vez conversando. O aquella tomándonos una cerveza.
¿Recuerdas cuando nos despedimos? Te observaba desde lejos.
Aquella vez que caminamos juntos, te observaba desde lejos.
La vez que me saludaste con la mano, estaba a lo lejos. Observando.
Me he fijado que miras a otro lado. No podré estar observándote eternamente.
Y desgraciadamente la pena está ganando. La sonrisa amarga recorre mi cara. El mundo seguirá girando como loco. Todas las palabras son tan hermosas cuando las olvidas.
Perdido.

Llevo tiempo observándote desde lejos. Quizás algún día me aleje de verdad.

Lo siento. Supongo que aún no me atrevo a decírmelo a mí mismo. Lo siento mucho.

Nos volveremos a ver. Desde lejos.

Y ojalá, ojalá algún día pueda mirarte a la cara. De cerca.

Tuesday, April 19, 2011

¿Quién te crees que soy?

Cree en ti. Cree en el mí que cree en ti.


Hay personas que darán todo por ti. Pero sobre todo recuerda en las personas que creen en ti. Hasta el más incompetente de todos los inútiles puede ser alguien si cree. No lo creo porque sea verdad. Lo creo porque la humanidad seguirá sorprendiéndonos aunque creamos que hemos tocado fondo, o techo.

Lo creo porque creo en la indudable e increíble capacidad que tiene el ser humano de sorprender. Para lo más terrible y para lo más grandioso.

Porque la vida y el universo seguirán girando continuando su camino absurdo sin leyes de manera que siempre de una forma u otra, de un momento a otro, nos sorprenderá y la vida continuará en nuestras cabezas sabiendo que tenemos que creer incluso cuando no hay que creer.

Creo en ti. Cree en el mí que cree en ti.

Saturday, April 02, 2011

Estrella de la mañana


Decidme Cielos, ¿por qué?

Al hombre tantos poderes, al ángel tantos desprecios.

Decidme Cielos, ¿quién es el hombre

para que Dios con tanto extremo de amor del hombre siempre se acuerde?

¿Por qué por el hombre padece? ¿Por qué por el ángel no?

¿Cómo por el hombre muere? ¿Cómo por el ángel no?

Decidme cielos, ¿por qué?

Cielos, respondedme a eso.

Infierno soy

rayos respiro

fuego bebo

llamas alimento.

Príncipe de las Tinieblas me llaman,

Gracia y belleza perdí

permito arder a ciencia.

Yo declaro desde aquí

contra Dios y el hombre guerra.

Y puesto que Dios morir no puede,

viva Dios y el hombre muera.


Saturday, March 26, 2011

Si de mí dependiera, te haría la persona más feliz del mundo.

No es una promesa. Es un deseo.

Porque no puedo hacer promesas. No puedo ver más allá de ahora mismo.

Pero no depende de mí. Esa es la gracia. Así es como debe de ser. Me gusta que sea así.

Me gusta no saber qué pasará la próxima vez que nos veamos, si habrá algún día en que las cosas se tuerzan o se coloquen en su lugar. Solo sé quedarme mirando a la nada. Sonriendo, a veces triste. Pero no depende de mí.

Ojalá pudieras hacer algo al respecto. Pero no depende de mí. Depende de ti. Pero tampoco depende de ti.

Supongo que ahí está la gracia. Que depende de los dos. Y ninguno de los dos hará nada, ¿verdad? Seguiremos como estamos, mirando a la nada. Sonriendo, a veces tristes. Mirando a la nada.

Tuesday, March 15, 2011

Amazing Grace




Esta noche he tenido un sueño. Uno de esos sueños hiperrealista en el que ni te planteas por un segundo que sea un sueño, en el que sientes claramente que es real porque, ¿cómo no va a serlo? Vives vidas enteras, pasan los días a tiempo real, las horas fluyen... todo normal. Hasta que no te despiertas ni sospechas que pueda tratarse de un sueño.

¿Y cómo describes la sensación que tienes cuando sabes que es tu último día? Ni siquiera recuerdo cómo me enteré en el sueño, si me lo dijo un médico o si sencillamente lo supe, pero supe que solo me quedaba un día de vida. Recuerdo lo que fue ver mi último atardecer. Especialmente saber que sería el último.

No tenía miedo. En parte estaba en paz conmigo mismo, no tenía miedo a morir. Pero aún así tenía miedo. Tenía miedo de no poder decir todo lo que quería decirle al mundo. Había tantas personas con las que quería hablar, y tanto que decirle a cada una.
Tenerlo todo preparado y bien atado antes de marcharme. Las últimas palabras.

No logré dejar en herencia todo lo que quise. No di todos los abrazos que me hubieran gustado. En momentos así, ¿hay algo lo bastante bueno para ser lo último? ¿Hay algo que esté a la altura? ¿Estás tú mismo a la altura de los acontecimientos, listo para mirar a alguien a la cara y darle el último abrazo de despedida? ¿Listo para no llorar y ser firme? Es difícil. Al mismo tiempo todo lo que no tiene importancia desaparece de tu cabeza. Aprendes a que te de igual. En cierto modo, esperas que tus últimos momentos sean sonriendo, de esa manera tan natural e inocente que no necesita ningún motivo.

Curiosamente, me planteé venir a este blog para escribir una entra
da que se llamase "El último post" o "La despedida" o algo así, algo para que esta parte de mi vida quedase cerrada.

Cogí el teléfono para hacer una última llamada. Era algo que sabía que tenía que decir antes de morir, tenía que hablar con esa persona. Tenía que decirlo. El teléfono ocultó la pantalla, no podía ver nombres ni números. Tras mucho esfuerzo conseguí llamar al fijo, pero no había forma de contactar. Dicho aquí no suena a gran cosa, pero en el sueño fue como si el mundo conspirase para que no lograse hacer esa llamada. Pero finalmente logré llamar al móvil. Y contestó. Y cuando me dispuse a soltarlo por fin, me desperté.

Supe que era un sueño, supe que no me estaba muriendo. Supe que si fuese así, tendría mucho que decir a muchas personas. Y no sé si un día sería suficiente.

Pero por si este es el último post que logro escribir, os quiero.


Sunday, March 13, 2011

Una bolsa de plástico


Echo de menos una bolsa de plástico. Echo de menos esa parte de mí que ha quedado atrás, esa parte que andaba por la calle y se quedaba mirando a la nada. Quizás han ido acumulándose cosas, pero no sé... Antes había algo más.

Antes pensaba sobre muchas cosas, y ninguna de ellas tenía la más mínima importancia. Pero todas juntas eran como un corazón latiendo, al ritmo del viento. Todo tenía belleza a su manera. El cielo y las nubes grises, el olor de la lluvia y el frío. Antes el frío no era frío. Era cálido. Contemplaba el cielo y sentía que era como mirar al mar. Como mirarme a mí mismo, reflejado.

Paseaba por Sevilla sin ninguna razón. Cogía el autobús, absorto completamente. Después comenzaba a caminar. Me paraba en la Plaza Nueva. Me paraba en las calles. La gente pasaba de largo y nadie tenía nombre. Nadie necesitaba nada. Nadie tenía una historia. Todas las historias se hacían una porque ninguna tenía una historia. Ninguna contaba nada. Todas sonaban al unísono, junto al viento. Y yo estaba solo, sin más preocupación. No había nada que me levantara del suelo. No había nada que me atara al suelo. Sólo caminaba. Contaba historias en mi cabeza, pero ninguna tenía palabras.

Echo de menos pararme a contemplar el mundo. Había algo más, más allá de los ojos. Escuchaba y entendía. Contemplaba. Comprendía. Olvidaba. Recordaba. Sentía. Lo más bonito de todo es que no hay recuerdos concretos. Todo son imágenes en mi cabeza. Un cielo gris y un viento frío.
Echo de menos no tener que recordarlo. Lo que es estar parado junto al mundo. Todo girando y girando. Sonriendo. Comprendiendo. Hablándole. Hablándole a Dios. Hablándole a la Nada.

Las campanas en mi cabeza. Los violines. El piano. La música. La letra. La canción. La belleza. La vida. La sonrisa. La Esperanza. La seguridad. Estoy tranquilo. La vida sigue. Y ahora mismo estoy sonriendo, mientras escribo esto porque es como si algo dentro de mí me hubiese agarrado la mano, el corazón, y me hubiese dado un abrazo para decirme la belleza sigue. La belleza no se marchita. Dios sigue hablando. El viento sigue soplando. El gris continúa en el cielo. El sol sale y tú comprendes que mañana seguirás. Ahora estoy triste y preocupado. Dios sigue hablando, pero nadie escucha. No escucho. No hablo. No hay nada. No hay momentos para esto. Todo se congela. Oculto y escondido. Las palabras fluyen. Hablo con nadie. Hay silencio. Y hay música.

Monday, March 07, 2011

Mis tesoros



Bueno, ¿cuántas frases típicas hemos oído y hemos dicho, sin pararnos a pensar en si nos las tragamos? Hoy voy con una clásica: La intención es lo que cuenta.
Esa frase se oye mucho, entre otras cosas, con los regalos. Que no importa el dinero que inviertas, o si has acertado o no. Que lo que cuenta es el amor que le has puesto, las ganas de ver contenta a la otra persona.

Otras muchas veces solo es una excusa. ¿Recuerdas acaso la última vez que esa frase tuvo sentido para ti?

En mi último día de prácticas empecé la primera hora con una clase de 2º. Y se me acercó una niña con una tarjeta, para después decirme "He estado casi toda la noche coloreando". Cuando crees que semejante gesto no puede dejarte el corazón más vulnerable, otra niña, al ver que recibía un regalo, va corriendo a su mochila y decide improvisar el suyo; algo que sé que es muy valioso para ellos: una colección de gomillas. Gomillas de esas que tienen formas (de estrella, de animalitos, etc). Y me las entrega. No sé si fue el gesto o la cara de ilusión que tenía cuando me las dio. Pero fuese lo que fuese, esas gomillas dejaron de ser simples gomillas.

No solo estaba emocionado por los gestos. Estaba emocionado porque un profesor de especialidad (música en mi caso) nunca recibe semejantes detalles. Estas cosas suelen quedar reservadas a los tutores en prácticas, que se pasan un mes con una misma clase. Así que, sintiéndome muy afortunado seguí con mi mañana. Me quedé un rato en el recreo en una clase de 5º porque no habían terminado el examen, y entonces apareció un pequeño grupo de una clase de 3º. Después me comunicaron otros profesores que me habían estado buscando todo el recreo. Todo para entregarme una nota firmada por toda su clase deseándome suerte y con un detalle extra que les había enseñado solo unos días antes (leer una frase de Muchachada Nui en una tarjeta de despedida infantil, sencillamente, no tiene precio).

Y cuando estoy disfrutando de mi último recreo (o bueno, de sus últimos 10 minutos) una alumna me entrega una última carta con una única frase.

Todos esos regalos no suman más que un puñado de céntimos en valor de dinero. Pero los tengo ahí, guardados. Como si fuesen tesoros. Bueno, sin el como. Mis pequeños tesoros. Con más valor que todas las riquezas del mundo.

Claro que estos son los tesoros que puedo guardar en una caja. Los materiales. Porque tengo otros que son mucho, mucho más valiosos. Y es que Jesús suele acertar tras tantos años de enseñanza: "Esta es tu recompensa tras el duro trabajo: El cariño de los niños".
Lo que cuenta es la intención, dicen. Desde entregar una colección de gomillas hasta despedirse con la mano a lo lejos.

Desde las miradas extrañadas del primer día hasta las lágrimas del último. Todos vosotros, y todo lo que me llevo vuestro, son mis tesoros. Gracias, pequeñines.



La enseñanza engancha porque no se halla ni premio ni recompensa inmediata. Porque uno cree que está ayudando a otros a que encuentren su camino, a que elijan lo que les gusta y lo que no; a que se conozcan mejor y a través de ti conozcan otros mundos, otras maneras de ver la vida o de expresarse ellos mismos; a que sean libres y a que vengan de donde vengan puedan ser lo que quieran. No puede uno pararse a pensar en que crecerán.

- Margarita

Friday, February 25, 2011

Y con 5


La Mano del Alquimista ha llegado hasta aquí. Ha cumplido 5 años. 5 años escribiendo. Increíble, para mí por lo menos.

De hecho sería más increíble si hubiese mirado bien la fecha, porque estaba convencido que empecé a escribir un 25 de febrero, cuando el primer post fue el 9 de febrero de 2006. Sí, llego un poco tarde, pero eso no es lo importante. ¿Qué es lo importante ahora?

Creyendo que era el 5º aniversario, me puse a hacer un repaso general desde febrero de 2006 hasta ahora. Y fue indescriptible.

Empecé todo esto con 16 años. Para mí hace toda una vida de eso. ¿Hasta qué punto? Te invito a que cojas un post al azar de 2006, de 2007 o de 2008.

Porque solo hay una cosa que me ha dado más escalofrío que el ver todas las cosas en las que he cambiado, y es el ver todas las cosas en las que no me he movido un ápice. Están ahí, algunas más ocultas que otras, pero siguen en alguna parte, esperando su momento para salir con la canción apropiada en el momento justo.

Desde luego, entre las cosas que mantengo no puedo mencionar la constancia de escribir. Brillo por mi pasotismo. Antes este blog tenía como objetivo ser un lugar donde escribir lo que se me pasase por la cabeza, dando igual el qué. Ahora no escribo a no ser que sienta que tengo algo realmente grande que decir... para luego escribir una chorrada.

Pretendía hacer un extenso análisis uno a uno de los post más importantes para ver cómo era y cómo he evolucionado. Pero, ¿a quién le importa realmente? Vamos a lo importante: Creía que no, pero he aguantado 5 años escribiendo aquí. Y en un post realmente antiguo, de los que he releído, he encontrado algo que me ha helado la sangre. No voy a decir qué es, porque entonces no sería divertido. ¿Te ves capaz de encontrarlo? No creo que tengas la paciencia para ello. De hecho, duda que tengas siquiera las ganas. Pero cuando lo leí pensé que no podía ser, que en aquella época ya había pronunciado en una frase tan simple semejante profecía que a día de hoy es un martillo de fuego en mi cabeza y en mi pecho.

Porque hay cosas que sencillamente no quieren dejar de sorprendernos. Y la primera de todas es la vida.

Un brindis por La Mano del Alquimista. Fiel compañera, humilde amiga. Pasa desapercibida, pero siempre está ahí.

Por cierto, si esto sigue existiendo dentro de 5 años, tengo un mensaje para Lino de 26:

No te rindas. Si ya te has rendido, tranquilo. Ahora es el momento de retomarlo.

Pero si ya lo has conseguido, enhorabuena. Lo hiciste. Y me siento orgulloso.

Thursday, February 10, 2011

AO



Siéntate un segundo, que quiero hablar contigo. Tranquilo, relájate. Respira hondo. Piensa bien en lo que has hecho. ¿Lo ves? Puedes verlo, ¿verdad? ¿Oyes la noche? Llama. No está aquí, está lejos, muy lejos. No es un lugar, no es un momento. No se sostiene al tiempo ni al espacio. Es de noche, las estrellas brillan y los edificios se alzan. La música rompe tus oídos. El corazón se rompe y explota en mil pedazos, se expande y se expande y se expande. Lo puedes ver todo al mismo tiempo.
Las estrellas, los edificios y la música. El viento, el frío y el calor al mismo tiempo. La manga corta. Y la noche.
La música.
Todo el mundo, libre.
La ciudad no duerme.
Y todo el mundo te da igual.
Solo está ella. De pie y esperando.

Y tú eres tan imbécil que no sales a buscarla. No hay noche, no hay estrellas. No hay ciudad, ni hay baile, ni manga corta.

Pero hay música, ¿no? Pues sé que te duele. Pero tarde o temprano tendrás que admitirlo. Tarde o temprano tendrás que admitir que solo la música no será suficiente.

Friday, January 28, 2011

Divina infancia


Yo no tenía intención de meterme en esto. Yo quería continuar en el conservatorio, hacer más cosas.
Fue esto lo que me enganchó.


Cada cual percibe el mundo a través de microcosmos. Es cierto, y aunque no hay que caer en el relativismo barato y cutre que tiene tanta gente después de estudiar a Ortega y Gasset en el bachillerato (o cuando quiere no sentirse culpable por algo), paraos un momento a pensar. El mundo es uno, todos pisamos el mismo suelo y nos cubre el mismo cielo.

Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto. Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos... pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad.

(Qué fácil es cuando citas una película)

Todos hemos sido niños. Todos. Y la gran mayoría lo olvidamos. Es normal. No podemos vivir en el pasado, y menos cuando vives épocas duras como esa en la que eres un joven que lucha por convertirse en un adulto cuando aún está olvidando lo que es ser un adolescente.
Y entonces te pones a recordar lo que era ser un niño. Y en muchas ocasiones no acaba bien. Te cagas en sus muertos de los niños del demonio, decides que nunca tendrás hijos, te desentiendes, retrocedes cuando los ves aparecer...

Pero yo estoy viviendo ahora algo más bien diferente. Si percibimos el mundo a través de microcosmos, a veces tengo la impresión de que el de los niños es un macrocosmos. Y todo por una palabra: potencial. Divina infancia, divina inocencia. Su mundo quizás no sea tan "amplio" como el nuestro, pero sus posibilidades son ilimitadas. Estoy ahí, de pie, dándoles una clase y me pregunto qué estarán pensando. No porque me sienta mejor o peor que me presten atención. Sino porque ves pequeñas personitas, que no saben ni el significado del blanco de un vestido de novia, y te preguntas "¿Quién eres? ¿Quién serás?". Siempre me he preguntado cómo sería encontrarse con ellos dentro de 10, de 20 años. ¿Qué serán? Pueden ser cualquier cosa. A veces puedes intuirlo, decir "este será un cabrón", "este será un gran artista", "este será el alma de las fiestas". Pero lo divertido es eso. Que no lo sabes.

Porque recuerdas. Recuerdas tu vida. Recuerdas lo complicado que era todo. Cada segundo, cada momento, cada instante cuenta. Cada detalle es importante, pero solo los que tú puedes ver. Cada diminuta variante crea un camino nuevo y gigantesco. Y sabías, con una mente pícara como solo la tuya podía ser, que ningún profesor ni ningún padre sospechaba todo lo que se fraguaba en tu interior. Y entonces crecemos y vemos a los niños y pensamos en pequeñas personas para las que todo es sencillo, que si esto le hará feliz, que si esto le hará un trauma, que si esto les hará mejores personas, que si esto les llevará por el mal camino. Y resumimos sus vidas en teorías.

Porque olvidamos lo grande que es esa pequeña parte de la vida. Que con 20 años nos quedan 80 por vivir. Pero solo en 10 dimos la vuelta al mundo sin salir del patio de nuestro recreo.

¿Te das cuenta de lo hetéreo de nuestro trabajo? La labor del maestro es efímera, porque te puedes pasar quince minutos escribiendo y dibujando cosas en la pizarra, y las borras en un segundo. Si ahora entrara alguien por la puerta, verá esta pizarra en blanco y no tendrá nada para juzgar mi trabajo, nada que lo demuestre.
Todo se queda en ellos. Todo tu trabajo queda en la mente de los niños