Monday, March 02, 2009

Fields Of Gold

(tan solo imagina un enorme campo dorado.
ni de trigo ni de nada. sencillamente ahí estaba.
no tenía fronteras, ni barreras, ni árboles, ni montañas, ni nada.
pero eso tampoco lo sé.
porque solo le miraba a ella)


Me he echado una siesta algo tarde, y claro, me he levantado de ella bastante tarde (casi justo para cenar y como para no ir a entrenar).
He soñado, cosa que no se daba en muchas noches (duermo muy poco...).
Y en el sueño he bailado con una chica. No voy a aburrir con los detalles de cómo llegamos a ello, pero fue en lo que en un principio era un patio de colegio en el instante qué empezamos, y al instante siguiente era una llanura que se extendía kilómetros y solo estábamos nosotros.
Era de esos bailes de salón que se bailán "y un dos tres, y un dos tres, y un dos tres, y un dos tres" todo el tiempo. Parecerá aburrido, pero yo no necesitaba más.
Era una chica que acababa de conocer en aquel mismo momento. Una chica que era incluso más joven que yo (uno, dos, tres años, no lo sé), pero se levantó, sonrió, y se puso a bailar conmigo. Al principio a ritmo normal, pero de pronto ella se lanzó y empezó a bailar rapidísimo, siendo imposible seguir el ritmo, y bailar bien. Dicho así parece que estoy haciendo una metáfora sobre relaciones. Pero en aquel momento mi mente lo interpretó como algo tan sencillo como que esa chica no sabía bailar.
Y para ser sinceros, yo tampoco. Era la primera vez que lo hacía. Le dije que tenía que ir más despacio, que tenía que hacerse así. Y entonces bailamos. Despacito, mirándonos. Ella sonreía, y apoyaba la cabeza en mi hombro. Creo que estuvimos bailando varios años. Pero fue un segundo, un minuto.
Creo que no hubo tiempo en realidad. Creo que el tiempo no fue tiempo en absoluto.
Recuerdo que no la conocía, que no sabía nada de ella. Solo sabía que estaba bailando con ella.
Y recuerdo que era feliz por ningún motivo conocido hasta ese momento por mí. Quizás sencillamente porque bailaba.

Recuerdo que luego fuimos invitados a una boda (en la cuál había personajes de Harry Potter, no preguntéis el por qué...). Y que allí continuamos nuestro baile en el salón donde otras muchas parejas estaban bailando. Y a decir verdad, no sabíamos muy bien cómo hacerlo, porque cada cierto tiempo, había que acabar de una forma específica. No sabíamos cómo, quizás nos perdimos aquella clase.
Pero nos reímos, y en ningún momento ninguno de los dos dejó de disfrutar el baile.
Paramos, descansamos, y hablamos algo. Luego nos separamos para disfrutar cada uno la boda por su lado (aunque no recuerdo haber visto novios por ninguna parte). Pasaron las horas, o los minutos. El tiempo era otra cosa.
Viví muchísimas trivialidades en aquel momento.
Y me di cuenta que se había acabado el descanso, y que las parejas tenían que volver a reunirse. Pero eso fue hace mucho (¿horas? ¿minutos?) y yo llegaba tarde para recoger a la mía. Seguramente era la última que se había quedado allí esperando, muerta de vergüenza y muy enfadada conmigo. Pero cuando llegué, me dijo que no me preocupase, que era el primero que había llegado, que no llegaba tarde, y estaba sonriendo.
Me mostró algo, y yo le pregunté si me estaba pidiendo ser mi princesa. Se rio y me dijo que no. Pero no recuerdo qué me dijo después que quería ser.
Jamás me llegó a decir su nombre.

Pero, a pesar de todo, estoy seguro de algo. Lo mejor del sueño fue el momento en aquellos campos de color dorado con el atardecer, bailando con aquella chica que había visto por primera vez en mi vida. El resto del sueño no habría hecho falta.
Habría recordado toda mi vida aquel baile. Aunque dentro de unos días lo olvide.
Pero ahora que lo pienso, me desperté en mitad de la siesta, y fue la segunda vez que me dormí cuando soñé esto. Pero solo fue una hora.
¿Se puede soñar en tan poco tiempo?
En cuanto a la chica, solo me queda decirte: Gracias. De todo corazón.