Monday, June 06, 2011

Quiero hablar de un héroe. Un héroe que nadie conoce. Nadie sabe quién es, cuál es su nombre o cómo es su cara. Pero está ahí. Por nosotros. Por nadie. Sólo está ahí. Nadie le escucha, nadie le nombra, nadie le recuerda. Pero está ahí. Llora y sufre por nosotros. Y por nadie. Necesita tu ayuda, pero él está ahí. Nadie le conoce, pero él está ahí. No recuerda su pasado, no sabe nada del futuro, pero él está ahí. Estará ahí cuando lo necesites, pero nunca lo sabrás. Jamás le dirás las gracias. Jamás sabrás por qué lo hizo. Jamás sabrás lo que hizo. Pero él estará ahí. Le odiarás, le despreciarás y olvidarás todo. Pero él está ahí. Necesita que le ayuden, que le abracen, que le mimen, que le besen, que le recuerden. Necesita que le digan que le quieren, que le recuerden en sus peores momentos y digan lo mucho que le necesitan. Pero solo hay silencio. Nadie dirá nada. Nadie dirá nada. Solamente quedará el silencio. Le necesitarás en tus peores momentos. Y él estará ahí. Le desearás, le recordarás, le ansiarás, lo desearás, le idolatrarás y mañana lo habrás olvidado. Pero él seguirá ahí. Mentirás, suciamente, diciendo que él no existe, que es una ilusión, que te ha traicionado, que no le necesitas, que te odia, que te desprecia, que te mantiene al margen y te da de lado, que nunca estará allí, que nunca sabrás nada de él porque él no quiere que sepas nada de él. Pero estará ahí. Hasta el último segundo de vida, porque estará hasta tu último aliento, porque él será tu última palabra, tu último suspiro, porque te pasará al otro lado y estarás contemplándolo en todo momento sin saber qué decir. Pero él estará ahí. Y cada delicado segundo de tu delicada vida él estará ahí, diciendo las palabras adecuadas dispuestas a ser ignoradas. Porque no te quedará más remedio. Porque para eso has nacido. Ese es el héroe. Que siempre será ignorado, olvidado y despreciado. Porque nadie jamás sabrá su nombre. Porque morirás y él estará ahí. Y él lo sabrá. Y él lo sabrá. Y él lo sabrá. Pero tú no. Lo sabrás porque no podrás recordarlo. Él estará ahí.

Ahora mírate al espejo. Le has traicionado.