Bombay

Tacatatacatacatatacatacata.
Yeah, vivan los tambores de Bombay.

Bueno, siento haber tenido esto tan abandonado. Realmente, no he sabido que poner. Tan solo me gustaría citar una conversación que tuve con una persona. Empezaba tal que así:

- Nunca he intentado liarme con una desconocida una noche en San Pedro ni nada por el estilo. No me veo haciéndolo
- Bueno, pues tápate los ojos.
-Muy gracioso. Es en serio. No veo por que irme a una desconocida. Siento, que pudiendo besarla a Ella, ¿para qué besar a otra?
- ¿Y quién es ella?
-Alguien será. Sé que soy demasiado joven como para esperar una chica así, y puede que tarde o temprano me de por intentarlo, pero en este momento no le encuentro la gracia de irme a una desconocida.
-Bueno, quien no busca, no encuentra.
-¿Y si ya encontré?
-Pues perfecto.
-¿Y si la perdí?
-Pues insiste.
-¿Y si ya es tarde?
-Pues te lias con una en San Pedro.
-Es que no me veo haciéndolo.
-Pues tápate los ojos.

¿Debería hacerlo? ¿Taparme los ojos y olvidarme de tonterías romanticonas? ¿Dejar de esperar a que aparezca esa chica especial e irme por una chica guapa y simpática un viernes en San Pedro? Es que no me veo haciéndolo. ¿Y si me tapo los ojos?

Canyonero

Aquello a lo que estamos sujetos, dejándonos llevar por nuestras ataduras. ¿Ves el Sol? Está amaneciendo. Déjate llenar. Es hora de llorar. Rie, siente, grita, corre por valles que crecen en ti. Vuela, salta, vive, coge momentos que fueron hechos para ti. Mi propia voz, mi propia imagen. Todo encaja para este viaje. Quiero saber lo que es ser libre. Sin carteles de dirección. Solo alas y sueños. Que te permitan ver más allá de donde puedes andar.
¿Conoces el sonido de un loro cantar? ¿Alguna vez viste al tigre nadar? ¿Al elefante bailar?
Y tu madre diciendo que ya es de noche, y es hora de entrar. Salgamos con la Luna, que tiene tanto que mostrar.
Y sé que mi pecado es un pecado inborrable. Y mi historia es historia sin versos. Pero es mi pecado y mi historia. Y da igual cuantas nubes haya. El Sol siempre estará ahí. Y cuando no esté, estará la Luna, y saldré con ella. Me mostrará sus mundos, y el Sol protegerá mi mente. Reventar el suelo a pisadas, y el cielo a miradas. Rayos que surcan deseos, deborados por un ogro de papel, son ahora codiciados por muestras de estupidez.
Aluminio y plata, oro y Abril. Canciones de los duendes, y hadas añil. Mi promesa, mi deseo. Mi cabeza, anhelo.
Cielos negros, plateados, tiñe en rojo al soldado. Mira al cielo, cuenta estrellas, todas muertas, todas brillan.

Ciudades, sueños y rey por un dia

"Esta es mi zapada"

Sueños. Arder por un sueño. Mirar al futuro, y soñar. Alzarte en las nubes y soñar.
¿Nunca habéis oido esa frase? "Persigue tus sueños. Persevera, no te rindas, y haz realidad tus sueños". ¿Realmente es verdad? ¿Es posible hacer realidad un sueño? Miro el Bullet In A Bible, de Green Day, su mayor concierto. Les veo ante 65.000 personas, tras 16 años de carrera musical. "No teníamos ni idea de como iba a ser nuestra carrera. Es más, nisiquiera esperábamos tener una carrera cuando empezamos. Tan solo teníamos unas canciones que amábamos y que disfrutariamos tocando cuando fuéramos mayores, que tendrían sentido". 16 años después les veo subidos ante ese macroconcierto. Veo al público, y les veo a ellos con lágrimas en los ojos. Es un sueño. Están haciendo lo que hace años fue un sueño.
¿Dónde me veo dentro de 15 años, con mis 30 tacos? ¿Haciendo un macroconcierto, con una larga carrera y varios discos a mis espaldas? ¿O quizás con mujer, hijos y un trabajo estable y una vida estable?
¿Qué es mi sueño? ¿Sueño con todo esto por mi pasión adolescente, o realmente se puede cumplir una vez alcanzada mi madurez? Quizás no podía adivinar con 13 años que con 16 ya habría dado dos conciertos con un público de lo más entregado. ¿Es acaso ese el comienzo, o es un paso por el que pasan cientos de adolescentes (tal y como se puede comprobar en Youtube).
Veo cientos de grupos nóveles, con mi edad, y no veo muchos que lleven 16 años tocando y con tantos discos y... el caso. ¿Es porque ellos no se esforzaron lo suficiente y/o no creyeron en si mismos, etc... o porque desesar algo con todas tus fuerzas y luchar por ello no es suficiente?
¿Y si digo que a mí, porque me da la real gana, quiero llegar lejos? ¿Y si que cuando los jóvenes se reunan en las plazas con las guitarras, digan "¿Cuál tocamos?" y toquen alguna de mis canciones? ¿Y si digo que no muero en paz si no veo algún dia en un concierto como la gente canta mis canciones en mis conciertos?
Pero, ¿es un sueño por el que persisto? ¿Quiero ser el mejor y luchar por ello, o me conformaré con ser rey por un dia?
Supongo que lo mejor es ser uno mismo, y ya actuaré en consecuencia. Ya saldrá lo que tenga que salir en base a mis acciones, ¿no?
Quiero. ¿Puedo? Descúbranlo en el próximo capítulo.
A la mierda el condicionamiento. Soy dueño de mi vida, y tengo fuerza para ser lo que quiera. Nada me condiciona. Por lo menos, en mi interior (la promesa sigue en pie, niña).

P.D: Gracias a los comentarios del último post. Parecerá una tontería, pero me ayudaron más de lo que imagináis.

Racacidio

Condicionamiento. Me siento condicionado. Crisis de inferioridad, mierda.
Me veo falto de personalidad, de voluntad, y de todo... Pero sobre todo, me siento débil. Me siento débil porque no encuentro las fuerzas para poder alzar mi voz. Me veo como un cuerpo estéril, inerte, como una fachada que muestra una imagen programada. Y no encuentro las fuerzas para ir más allá. Veo a las personas trabajándose una vida, ganando experiencia, y yo me siento estancado. Es como si estuviera condicionado, como si no pudiera elegir cambiar, o aunque lo decidiera, no sirviese para nada porque estoy... condicionado.
Destinado a estar así, sin poder avanzar, salvo cuando haya que hacerlo (que no será cuando yo decida), la cantidad justa (que no será la que yo decida) y de la manera concreta (que no coincidirá con lo que yo quiero ser).
Digámoslo de esta manera, me veo una persona completamente falta de carisma. Inferior ante los que deberían ser mis semejantes. No solo quiero tocar la guitarra, sino también cantar, pero es como si aunque lo consiguiera, si yo subiera a un escenario guitarra/voz, y aunque me saliese bien, no encajaría, porque no estuviese hecho para eso. O como si las canciones que compongo no estuviesen destinadas a llegar, o a tener significado para alguien, y todo fuese un intento fallido.
Me siento como un oficinista de cubículo, que seguirá siendo oficinista de cubículo a los 50 años y ser director o jefe de la empresa es algo reservado a los sueños.
Y yo digo, ¿acaso no soy dueño de mí mismo? ¿No decido yo? Si yo quiero llegar a algo, ¿acaso no estoy capacitado para esforzarme y acabar consiguiéndolo?
Puede que sea verdad, pero en éste momento, me siento inferior, débil, y condicionado. Como un oficinista de cubículo de 50 años.