Solo soy un niño.
No tengo coche, ni apartamento.
Solo soy un niño.
No tengo grandes historias, ni una larga vida.
Solo soy un niño.
Disfruto de tonterías. Me rio de tonterías.
Porque solo soy un niño.
Lloro cuando me hago daño, aunque no siempre lo muestre.
Solo soy un niño.
No visto ropa elegante, ni me arreglo para salir.
Solo soy un niño.
Soy independiente de las cosas importantes de la vida. Dependiente de tonterías.
Solo soy un niño.
No tengo una intensa vida social. El único motivo por el que conozco a tanta gente es porque me da igual con quien hablar y no tengo prejuicios a la hora de hacerlo.
Solo soy un niño.
No tengo una vida amorosa apasionada. Ni experiencia ni madurez.
Solo soy un niño.
No tengo picardía, ni maldad.
Solo soy un niño.
No tengo valor, ni coraje.
Solo soy un niño.
Me gusta la nocilla y la leche con galletas.
Solo soy un niño.
Fantaseo. Sueño. Anhelo. Duermo. Vuelo. Corro. Salto. Escalo árboles. Prefiero una fanta de naranja al alcohol. No necesito beber para divertirme. Soy irresponsable. A veces soy bondadoso, y otras imbécil. No siempre me enfrento a lo que me parece que está mal: prefiero pensar que ya se irá. Odio que me miren por encima del hombro.
Odio que me traten como a un niño.
Por un lado prefiero ser un niño a ser como vosotros.
Por otro lado odio ser un niño.
Me va como me va por ser un niño.
Solo soy un niño.
Odio ser solo un niño demasiado viejo para sus zapatos.
En estos momentos odio todo cuanto me rodea porque todo cuanto me rodea solo me acepta si soy un hombre. Y no lo soy.
Solo soy un niño
3 comments:
Lo que dices ahí no es de ser un niño, es de ser una persona.
No puedes pretender crecer demasiado deprisa, tener la misma madurez que otros chavales cuyas circunstancias vitales les han hecho ser hombres antes que tu. No debe preocuparte, sino alegrarte. No imaginas lo mucho (muchisimo) que a la gente adulta por la vida le gustaría ser niños.
Suele pasar que envidiamos a esos ''hombres'' y ''mujeres'' por tener coches, vidas sociales y sexuales activas e independientes, dinero, apartamentos; también por no tener miedo, por tener experiencias, valor, maldad; por poder tomar alcohol y entrar en discotecas. Pero, ¿sabes? es como cuando, con 13 años, envidiabas a los amigos que se quedaban hasta la 1 de la mañana. Ya te llegaría, con el tiempo. ¿O imaginabas realmente una feria tan libre?
Esos adultos a los que tanto odias para encubrir tu envidia, que tanto se jactan de ser libres, te aseguro que echan de menos alguien que les mande a casa a x hora, o que les castigue si hacen algo malo, porque es lo que es natural al hombre. Cuando creces, nadie te castiga, nadie te dice nada. Entonces es cuando me doy cuenta de que nunca se crece; por dentro, siempre se es un niño.
Oye! Pues no suena tan mal eso de ser un niño!! Es más, mi meta en la vida es no dejar de ser nunca una niña, ser adulto es tan triste y deprimente...
me a gustado mucho tu reflexion, pero te voy a decir una cosa con la concuerdo con Martuxi-AW, todo envidiamos lo que no tenemos, es natural en el ser humano, simre queremos lo que no tenemos y mas aun si lo tienen los que nos rodea, somos un animal envidioso por naturaleza, y eso no equivale que sea malo, ni que haya que evitalarlo, pero si moderarlo. Siempre he opinado que la virtud esta en el equilibrio, equilibra tu dos "yo": el niño y el adulto, a tu gusto,ambos mundos tienen cosas buenas.
nos vemos!!!
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