Tuesday, January 24, 2012

Despierta


Revisando fotos de los años anteriores, los meses, los días
todos eran mejores o así lo sientes y lo extrañas, sueñas con ellos y respondes a la voz del celo enjaulado en telarañas de memoria, puta escoria, añorando recordar la sensación tan cálida que era levitar en los prados de templanza y tranquilidad
cuando todo iba bien, cuando nada te iba mal
cuando siempre estaba claro tu nombre en un grabado de metal y madera, de piedra dura y sincera
en tu alma el camino se abre y tienes claro tu destino, tu esencia se ciñe al vestido
y se rasga con dulzura preparándose al amor libre y al buen vino.
¿Qué fue de esa persona que escribe preocupada y no reconoce su sombra en la pared de la mañana?
¿Por qué se siente tan extraña y distante? ¿Por qué ha olvidado su nombre si siempre estuvo delante?
Porque busca en fotos del pasado buscando una respuesta y se haya descontenta cuando recuerda la felicidad que obtuvo sin saberlo, cuando todo el mundo se alzaba a su paso con un gesto de su mano humilde y resguardado preparado para todo. Para hacer del universo su recreo y su juego, olvidando las reglas del tablero, dispuesto a darlo todo y ser sincero.
Esos tiempos pasan y se olvidan, y unas fotos revelan la verdad. Que nunca se han marchado, que estuvieron a tu lado y no te abandonaron, esperaron pacientes entre cantos y llantos recientes una bofetada de realidad.
Entre versos improvisados cruelmente ensayados te das cuenta que es mentira
que la luz es oscura y la brisa contamina las pisadas de la arena que ahora pisas.

Porque en vano buscas el camino de vuelta, el sendero que te ha guiado por palabras traicioneras
y que ahora te ha llevado a tu existencia pendenciera. Identidad perdida buscada entre baúles y estanterías podridas de belleza sin igual, solo entonces consciente de que has perdido el norte y olvidado tu realeza. ¿Cómo es posible viejo amigo que lo tuvieses tan claro y no fueses consciente del gran don que poseías? Te envidio porque respondes a un nombre con seguridad, no temes a la muerte y ni siquiera lo sabrás
hasta que no pasen los años y cuando mires atrás extrañarás esos momentos.
Pero ya será tarde porque solo quedará nostalgia en los recuerdos
mientras miras un espejo decaído y te das cuenta de todo lo que has perdido.
Tu nombre, tu espada y tu sentido.

Es hora de despertar.

1 comment:

Vicky said...

Siempre un rayo de luz perpetua la ventana y logra llegar a la pupila del soñador. Inconsciente de su realidad, todo es borroso.