Tuesday, July 19, 2011

Sonisphere 2011




Una extraña experiencia, pero grande. Grande en todos los sentidos de la palabra. Y quizás una de las cosas que la han hecho tan grande es que no era consciente de ello mientras duraba. Mientras estaba ahí había momentos en los que solo pensaba lo mucho que me dolían los pies, las rodillas, la espalda, o lo imposible que era encontrarnos entre nosotros.

VIERNES

Sin embargo el primer día llegó. Tras una cola kilométrica bajo el sol de las 3 de la tarde, entramos en el recinto, con el primer concierto ya empezado:

Bullet: Buena forma de empezar. Cañeros, fuertes, pero no demasiado espectaculares. Aunque puedo entender que para mucha gente fuera "¡Genial, empezamos dando caña a tope!" para mí fue más un "¡Genial, empezamos con relativa calma para no reventarme desde el minuto uno y aguantar toda la tarde y noche". Un grupo bueno pero no demasiado pretencioso.

Angelus Apatrida: Esta fue la primera vez que perdimos a Ferrete de vista, el cuál dijo "Yo a estos los veo en primera fila". No sé si los vio en primera primera, ya que avanzar por la zona central del público era una prueba espartana, pero desde luego pudo verlos mejor que nosotros. Yo intenté entrar en cierto momento en un círculo ska o círculo de pogo, no sé cuál es el nombre auténtico, pero salí a los pocos segundos con los pies destrozados (debí ser el único gilipollas de 70.000 que éramos que fue al concierto con cangrejeras). De modo que aunque este grupo estuvo muy bien, me concentré más en olvidarme del dolor y disfrutarlos en la distancia.

Valient Thorr: Junto con Guns N' Roses, este es el tipo de grupo que sonaría de fondo en una pelea de bar de la Route 66. El cantante tenía una pinta de texano endogámico que no podía con ella, pero buena presencia y mucha fuerza. Pero lo que ocurre cuando escuchas un grupo del que no has escuchado nada: está bien, pero no me terminan de llegar. Aunque más tarde descubriría que no tiene por qué ser siempre así.

Gojira: Para este nos acercamos especialmente. Ferrete y yo tuvimos que atravesar círculos de ska para poder llegar más cerca al escenario, pero desde luego mereció la pena. De vez en cuando él desaparecía para meterse en uno y volver con los brazos o la espalda llena de arañazos. Cicatrices de guerra de la que sentirse orgulloso.

Sôber: Puaf... coñazo. Lo siento mucho por los cientos de miles de fans de Sôber que leen este blog, pero a mí me cortaron todo el punto. Estábamos deseando que acabasen de una puñetera vez, tirados en una acera diciendo "Ey, han dicho '¡Muchas gracias Madrid!', eso es que se van ya, ¡¿no?!" para descubrir decepcionados como aún les quedaban muuuuchas canciones. Como dijo el gran Igor (colega del que hace años que no sé nada): "Yo solo iría a un concierto de Sôber para gritar '¡calvos de mierda!' ". En fin, no quiero ser cruel, porque la verdad es que desde la distancia se podía escuchar como el grupo se entregaba en animar al público y eso es admirable. Pero es un gusto personal, no me convencen nada. Aunque les doy el mérito de que uno de mis momentos de calrividencia los tuve con ellos de fondo.

Arch Enemy: ¡Aquí es donde nos ponemos serios! Este era un grupo que tenía especial ganas de ver. Y se hicieron esperar. Pero madre mía, mereció la pena. Hay que decir que la mayoría... o todos los grupos que habían tocado hasta ahora pecaban de repetitivos. Es decir, todas las canciones eran "¡UAAAAAARGH!" muy graves y dobles bombos en la batería y guitarras haciendo "tucutucutucutucutucutucu" sin parar. Pero Arch Enemy no. Estos sabían sorprenderte, sabían jugar contigo durante las canciones. Empezaban con un grito de esos que hacen ascender al Maligno para luego suavizar las guitarras y la batería sin que te de tiempo a prepararte, y de golpe vuelve el estruendo y te eleva la adrenalina. Una auténtica pasada, si tuviese que resumirlo. Tengo que escuchar más canciones de este recién descubierto grupo.

Slash: Una gran expectación al ver a uno de los mejores guitarristas del mundo, o al menos para mucha gente. Creo que de Slash destacaría lo siguiente: Los momentos en los que tocó Guns N' Roses, especialmente cuando tocaron mi favorita, Civil War. Y por qué no decirlo, los clásicos Sweet Child O' Mine y Paradise City. También destacaría el hecho de saber, de ser consciente, que estás viendo en persona al puto Slash. A veces lo más espectacular de un concierto no es el concierto en sí, sino el decir para tus adentros "Dios, no puedo creer que le esté viendo de verdad". Por lo demás, las partes en las que tocaron las canciones propias (y sí, una de Velvet y otra de Snakepit, pero como si nada)... pasables para mi gusto; cantante que no dice mucho y solos típicos de Slash.

The Darkness: Bueno señores, este momento merece una mención muy especial. De este grupo solo había escuchado un par de canciones, las más famosas. Y sí, me gustaban pero... eran las 2 y media de la noche, estaba destrozado. ¿Merecería la pena quedarse a verlos? Realmente me había planteado largarme. Pero dije "nah, qué carajo. Vamos a ver qué tal lo hacen en directo, al menos hasta que toquen 'Love is only a feeling' y ya me marcho a dormir". Nadie me preparó para lo que iba a ver. Apareció el cantante que no reconocí ni de coña con ese bigote y con el pelo cortado y ya desde el primer momento se le notó algo diferente. Era como si cada parte de su cuerpo y cara dijesen a plena voz "Aquí estoy". Y menos mal que la mayoría de la gente se había ido por el cansancio, porque pude verles desde bastante cerca. Y entonces empezaron a tocar.
No sé muy bien cómo describir con palabras la sensación, pero fue algo nuevo. No sé si fue el cansancio, el que me había hecho efecto de golpe todo lo que me había metido a lo largo del día o si fue una mezcla de todo, o sencillamente es que los cabrones tienen un directo espectacular. Pero entré en un auténtico trance. Mi cuerpo dejó de reaccionar, no podía moverme, ni siquiera para saltar, gritar o levantar el puño. Solo observaba con la mandíbula desencajada y los ojos abiertos como platos. Observaba al cantante moverse, cantar, gritar y tocar. Era hipnotizante. Canciones que ahora escucho en el ordenador y digo "sí, están bien" cuando las tocaban en directo tenían un matiz muy diferente. Mientras les observaba, pude sentir como el público desparecía (excepto los pocos que estaban en mi radio de visión), al igual que el recinto del festival. Sentía que el suelo que pisaba era una pequeña plataforma flotante que levitaba sobre las estrellas sosteniendo el escenario, y ellos manejaban todo a través de su música. Sentía como mi cuerpo estaba en esa plataforma flotante, pero todo el resto de mi ser se transportaba al escenario, sintiendo cada nota musical. Destaco la manera que tenían de hacer participar al público, el carismo del cantante y de canciones especialmente "One Way Ticket", "Get Your Hands Off My Woman", "Growing On Me" (la tocaron de las primeras, así que el subidón fue espectacular) y "Love Is Only A Feeling" en la cual durante el primer estribillo dos cañones a los laterales del escenario empezaron a disparar confetis sin parar que no dejaron de salir y caer durante el resto de la canción, lo cuál solo lo hizo más hipnótico y mágico.
La experiencia que me dio este grupo no me la dio ningún otro durante el resto del festival. No estoy diciendo que fueran los mejores (no lo fueron) pero si fueron únicos, en todo el sentido de la palabra.


SÁBADO

Sintiéndolo mucho, estaba demasiado destrozado esa mañana, y mi cuerpo no podía asimilar ir a las 3 a coger sitio para Hamerfall y Mastodon, los dos primeros grupos. Ferrete y Oriol pretendían ir temprano a ponerse cerca y tener el sitio cogido para Iron Maiden, pero ya me advirtió Ana que ni de coña aguantaría las 6 horas que hubieran sido necesarias, bajo el sol abrasador y aguantando a un público activo. Al final los cojones, nadie se quedó en el sitio, dimos mil vueltas y cada uno se las apañó como pudo para coger un buen lugar, pero esa historia es para más adelante. Al final Ferrete y Oriol fueron desde primerísima hora, Prieto y Rafa más adelante y yo fui con Ana y David más tarde para, una vez más, ver el grupo que quería ver empezado.

Apocalyptica: No conocía muchas canciones de ellos, pero es un verdadero gustazo verlos tocar en directo, como dioses nórdicos de la música. Las canciones con cantante estaban bien, sí, pero las cosas como son; tú vas a Apocalyptica a escuchar cellos, no voces. Aunque no me habría importado que hubiesen tocado Path con su cantante, eso lo eché de menos.

Dream Theater: Aquí me quedé solo tratando de buscar a la gente (Prieto y Rafa por un lado, Ana y David por otro, Ferrete por otro y Oriol por otro el cuál despareció desde el primer concierto). Este grupo fue exactamente como me temía que fuese; solos interminables, canciones interminables, y un cantante que apenas intervenía. De hecho, las únicas partes que me gustaban eran las vocales como el maravilloso estribillo de "Fatal Tragedy". Por lo demás, infumable. Pero había que aguantar el tirón si querías conservar tu sitio para los que venían a continuación... Cuando acabó el concierto logré localizar a David y Ana, pues me negaba a ver al siguiente grupo solo. Logré llegar hasta ellos bajo las miradas asesinas de muchas personas y estoy casi seguro que más de intención de partirme la cara. Pero me da igual, la verdad es que esta gente tenía muy buena posición y se veía de miedo. Y así comenzó el siguiente grupo.

Iron Maiden: Es difícil encontrar una manera apropiada de hablar de este grupo. La experiencia en general fue... única. No me lo podía creer. Iba a ver a los Maiden. Y había pasado por mucho para poder verlos. Pero ahí estaba. ¿Cómo explicar lo que fue verlos salir? El único ejemplo que se me ocurre es "imagínate lo que sentirías si vieses salir a los Maiden en directo" y entonces podrás imaginarte lo que es ver salir a los Maiden en directo. Desde el primer instante lo dieron todo. Llegaron con sus instrumentos y escenografías y transformaron aquel escenario en su territorio. El escenario era suyo, y por extensión lo era todo el público. El carisma de Bruce Dickinson era arrollador, un cabrón que no podía estarse quieto ni un momento en el escenario. Hay que decir que tiene unos 52 años muy bien cumplidos. Aunque a mucha gente le parezca una blasfemia, lo admito, no me sé la mayoría de las canciones de este grupo, por lo que no pude cantar a coro con vosotros y estoy 100% seguro que no lo viví tanto como lo vivieron otras personas. Pero joder, tened seguro que lo viví a mi manera, a una manera que ninguno de vosotros podrá emular. Puede que uno de los momentos más satisfactorios fue cuando me preguntó Ana al principio cuál era mi favorita y dije que "The Wicker Man" era de mis favoritas y dijo que nah, que seguramente no la toquen, solo para escuchar los primeros acordes unos cuantos temas más adelante y poder decir lleno de alegría "¿Cuál decías que no tocaban?". Y como le dije a ella, aunque cualquier fan puritano de los Maiden me tachará de típico, "Fear of the Dark" y "The Trooper" fueron especialmente grandiosas para mí. ¿Por qué? Porque ambas las he versionado con mis antiguos grupos y la carga sentimental que eso tiene es abrumadora. Cuando les escuché tocarlas fue pensar que joder, que yo había tocado esas canciones para homenajearles, y ahora ellos las estaban tocando para mí. Es... la hostia.
Además, fue durante este concierto que tuve mi segundo momento de clarividencia del festival, y donde probé la mejor cerveza del mundo. Era una marca conocida de toda la puta vida, pero cuando estás en el estado que yo estaba, con el cansancio que yo tenía, con la sed que tenía, y con la falta de dinero que tenía (Oriol el Desaparecido tenía mi cartera) en el momento que vi que los colegas malagueños de Ana y David me acercaban una maceta estuve a punto de llorar de felicidad. Aquel trago se deslizó por mi garganta como si fuese oro, o la sangre de un ángel, o yo que sé... Sólo sé que fue el mejor trago de cerveza que he tenido en toda mi vida.
Y, con el mejor trago de cerveza que he tenido en toda mi vida, vi a Iron Maiden.

Twisted Sisters: Después de semejante experiencia nos encontramos a Ferrete y fuimos a buscar bebida y comida (en ese orden). Una vez más nos perdimos de vista y acabamos solamente Ana y yo para ver a los Twisted Sisters. Este es otro grupo del que sólo había escuchado un par de canciones, y al igual que pasó con The Darkness, me sorprendieron. No podía ni imaginarme que el cantante fuese tan jodidamente carismático hasta el punto que, en la grandísima distancia que nos separaba del escenario, me llegase cada vibración que cada miembro de este grupo transmitía. Fuerza, presencia, elegancia, desvergüenza y puro y electrizante rock. Y un micro rosa, no lo olvidemos. Eso sí que se veía bien en la distancia.

Huevos con aceite, huevos con aceite, huevos con aceite y jamón...

¡I WANNA FUCK! ¡FUCK!

Uriah Heep: Para cuando empezó este grupo nos habíamos vuelto a separar y volvía a encontrarme solo. Al principio pensé incluso en marcharme. Pero no, aguantaría hasta la última canción del festival. De este grupo no hay mucho que decir, al menos por mi parte. Sonaban bien, eran buenos, pero no me terminaban de decir nada.

Lacuna Coil: Este grupo hay que decir lo siguiente. Suenan mucho mejor de lo que esperaba y hacen algo que me encanta, que es interactuar mucho con el público y hacerle participar. Una lástima que fuesen casi las 3 de la noche y la gente estuviese agotada y destrozada (los pocos que quedaban que no se habían marchado después de Iron Maiden). Pero no sé, tenían un algo. Un toque que les hacía cogerles cariño, como si fuesen tus colegas de toda la vida y estuviesen cantando para ti, no para dar espectáculo ni para quedar guays, sino porque querían que disfrutases de su música. No sé si darán esa impresión escuchando su disco, pero sin duda era lo que me transmitían en directo.

Y con la última canción de Lacuna Coil, terminó el festival y me volví a mi tienda a dormir.

Sin duda alguna, mereció la pena.


TOP 3

Iron Maiden - The Darkness - Twisted Sisters

Ninguno por encima de otro (bueno, quizás Iron Maiden los primeros), porque cada uno de ellos fue especial de una manera completamente diferente entre ellos.

Mención especial

Arch Enemy - Apocalyptica - Lacuna Coil

No están en el top 3, pero están inmediatamente debajo. Estos son los tres grupos que, después de los anteriores, son los que más he disfrutado.

Y me despido con el momento culmen del festival:







2 comments:

Laguna said...

"huevos con aceite" jajajaja. Me pareció especialmente lindo cuando leí ese paréntesis que ocasionó en tu cuerpo y tu mente the darkness. De un momento vemos como las cosas se mueven y se desarrollan en camara lenta... Es como si nos fusionáramos con los otros, con el personaje... Como cuando en teatro un gran silencio te rondara y te atrapara en la escena.

Eme said...

Te odio.

¿Cómo explicar lo que fue verlos salir? El único ejemplo que se me ocurre es "imagínate lo que sentirías si vieses salir a los Maiden en directo" y entonces podrás imaginarte lo que es ver salir a los Maiden en directo.
Sí, me imagino que no puede haber otra manera de explicarlo