Sunday, January 13, 2008

La Aventura


Amanece

naranja

como la rabia de amar




Que sensación tan extraña.

La música expresa aquello que no se puede decir, y aquello que no puede ser silenciado.

Entre las teclas de un piano me encomiendo, dejándome llevar.

No tengo palabras. No hay nada que pueda decir. No hay nada que deba decir.

bueno, sí: "la vida bajo el mar es mucho mejor que el mundo de allá arriba". Es importante saber eso.





Acepto el desafío.





1 comment:

Antonio Ruiz Bonilla said...

Qué maravila poder tocar el claro de luna en la Atlántida. Ya me dirás como se llega a ese estado de armonía.
Un saludo y espero que puedas visitarme.