Me voy de este año sin ninguna melancolía. Sin nada que echar de menos. Como una etapa por la que tenía que pasar, por la que necesitaba pasar. Bien, ya he pasado.
Pero me dio un escalofrío en mi interior. No saber hasta qué punto ni siquiera entraba sin ilusión en este nuevo año. Impropio de mí. No quería saber nada de lo que venía a continuación, y no por la sorpresa, sino porque no tenía ganas.
Y escuché una frase de alguien diciendo "... y que 2010 acabe enseguida". No.
No quiero que 2010 se acabe enseguida. No es eso lo que quiero. No quiero una fugacidad golpeada sin que siquiera te de tiempo a sentir el dolor del golpe, o la dulzura del beso.
Quiero mi año. Como los han sido todos hasta aquí. Quiero a 2010. Aunque aún no lo conozca. Con sus malos y buenos momentos. Me da igual en qué proporción. Pero lo necesito.
y da igual lo que te traiga cada año
The show must go on =)
3 comments:
Magnífico planteaamiento, Lino, apoyo la moción.
Nuestro tiempo merece ser vivido. Fliz Ñonebo.
Perfecta definición. 2009 se anticipaba de alguna manera: estaba lleno de ilusiones, de deseos, de miles de cosas que teníamos ganas de hacer, aunque ni siquiera llegáramos a hacerlas.
Pero por algún motivo que no llego a comprender, todas las personas que conozco han coincidido en que 2010 tiene una extraña esencia de desconocido.
Claro que hay que vivirlo. ¿Que se acabe enseguida? No, por favor. Que nos de tiempo a saborearlo. Al fin y al cabo, hay algo maravilloso y terrible en no poder siquiera sospechar lo que viene. En fin.
Felicérrimo 2010. Come what may.
sublime sublime ¡sublimísimo! linillo del prado
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