Mírate. ¿Ya estás llorando otra vez?
No lloro, son mis manos, hechas de papel. El tiempo las está deshaciendo.
Aprovecho estos últimos instantes para tocar mis acordes.
No estés triste. Todo muere, eso es un hecho.
Pero todo lo que muere puede volver algún día.
Tú ponte el maquillaje, arréglate el pelo.
Y reúnete conmigo en Atlantic City.
Allí donde las luces brillan más. Por qué no.
Aunque no creo que ese día ni esa noche llegue nunca.
No hay Atlantic City para mí.
Aunque no creo que ese día ni esa noche llegue nunca.
No hay Atlantic City para mí.
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