Solo soy un niño.
No tengo coche, ni apartamento.
Solo soy un niño.
No tengo grandes historias, ni una larga vida.
Solo soy un niño.
Disfruto de tonterías. Me rio de tonterías.
Porque solo soy un niño.
Lloro cuando me hago daño, aunque no siempre lo muestre.
Solo soy un niño.
No visto ropa elegante, ni me arreglo para salir.
Solo soy un niño.
Soy independiente de las cosas importantes de la vida. Dependiente de tonterías.
Solo soy un niño.
No tengo una intensa vida social. El único motivo por el que conozco a tanta gente es porque me da igual con quien hablar y no tengo prejuicios a la hora de hacerlo.
Solo soy un niño.
No tengo una vida amorosa apasionada. Ni experiencia ni madurez.
Solo soy un niño.
No tengo picardía, ni maldad.
Solo soy un niño.
No tengo valor, ni coraje.
Solo soy un niño.
Me gusta la nocilla y la leche con galletas.
Solo soy un niño.
Fantaseo. Sueño. Anhelo. Duermo. Vuelo. Corro. Salto. Escalo árboles. Prefiero una fanta de naranja al alcohol. No necesito beber para divertirme. Soy irresponsable. A veces soy bondadoso, y otras imbécil. No siempre me enfrento a lo que me parece que está mal: prefiero pensar que ya se irá. Odio que me miren por encima del hombro.
Odio que me traten como a un niño.
Por un lado prefiero ser un niño a ser como vosotros.
Por otro lado odio ser un niño.
Me va como me va por ser un niño.
Solo soy un niño.
Odio ser solo un niño demasiado viejo para sus zapatos.
En estos momentos odio todo cuanto me rodea porque todo cuanto me rodea solo me acepta si soy un hombre. Y no lo soy.